Valholl by UTMB — Ultra Trail 50k en Villa General Belgrano

Gustavo Girardi
5 min readMay 21, 2023

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Valholl 50k, organizada “by UTMB” atrajo a extranjeros, muchos de países vecinos (uruguayos, chilenos, paraguayos, brasileros) algunos del norte de américa y unos pocos de Europa, quienes, estimo, vinieron a buscar un supuesto fácil acceso a “Running Stones”, o quizás “fácil” desde lo económico, favorecidos por el valor del cambio. Pero a nivel deportivo, se encontraron con la dureza de un circuito diseñado por la original “Valholl, carrera Vikinga”, antes de ser sponsoreada por UTMB, un circuito que no fue modificado, que desafía a las piernas, bien picante, casi 2400 de desnivel+, repleto de ascensos y descensos de piedra, la mayoría muy técnicos. Creo que todos los extranjeros se llevaron sus “Running Stones” que vinieron a buscar, pero también la experiencia de vivir un desafío, que según escuché de uno “fue más duro que carreras que corrí en Europa”

Largada 50k — 7am — 16°

Valholl 50k me hizo dar cuenta que podría seguir unos 10k o 20k más. Es la primer vez que siento esto en un ultra, quizás por la experiencia ganada o por haber aplicado una buena estrategia de carrera que me permitió dosificar bien la energía, en las 8/9hs. que estimaba que iba a demorar (resultado: 9:19hs, posición en el 34% de la general).

La largada fue casi de lo mejor, emocionante largar un UTMB criollo, increíble, con “Conquest of Paradise” (Vangelis) sonando fuerte, fue como estar por un minuto en Chamonix, Francia (lugar de origen de esta franquicia)

Los primeros 12k pasaron volando, aunque fui a paso controlado. La primer cumbre, con el amanecer abrazando el cielo, quedó guardada en la memoria.

La alimentación + hidratación, esta vez salió bien, no es fácil lograr el punto justo en carreras largas, porque muchas veces cuando llega el momento de comer o tomar, sentís que no queres/necesitas, pero en el fondo el cuerpo sí lo necesita y hay que forzar la situación, para evitar pagar caro más adelante. Hay que tratar al cuerpo como si fuera una máquina, omitiendo en algunos casos las sensaciones y más aún a nuestro propio “sesgo de superioridad”, como por ejemplo, el famoso, “yo puedo seguir, no necesito comer”.

Siguiendo con la alimentación, me ocurrió desde el 36k en adelante, que ya no podía comer sólido, pero encontré la solución en los geles y en un complemento en polvo que se diluye en agua.

El calor fue una mala noticia (27° de máxima), que se concretó a las 11am, en un circuito de vegetación baja = sol pleno y de lleno al cuerpo, lo sufrí durante 3 hs. aprox. (“no corro en enero por el calor, ni en febrero por el calor, ni en marzo por el calor, y vengo tener calor en MAYOOOOO!!!!), lo combatí con un baño de agua fresca, en cada puesto.

Enterarte que “falta poco para la meta” es una noticia que condiciona al cuerpo, la mente te instala “ansiedad”, te muestra cruelmente que estás cansado, te hace doler cada paso, le dice a tus músculos que se pongan en modo “alerta de calambre”….es terrible, es automático, todo cambia cuando eso ocurre, en un instante y te da bronca, porque yo creo que si tu mente no se entera que “falta poco”, el cuerpo no empieza a sentir todo eso y puede continuar varias horas más en “modo aguante” y sin perturbaciones, prolijo, concentrado, sin ansiedad, como una máquina. Voluntario, asistente, paramédico, staff, familiar de corredor, y todo aquel que intenta alentar, no lo digan más, por favor, un simple “dale” o “vamos” alcanza y se agradece.

El final de carrera, tiene sabor “Vikingo”, porque faltando sólo 4k, viene un ascenso explosivo al cerro de la virgen, la “foto” que se ve desde abajo, del sendero casi vertical, intimida. Pero esta vez, a diferencia del año pasado, lo hice entero, a paso firme para arriba. Fue un logro final, una satisfacción que internamente me permitió llegar feliz a meta.

La llegada tuvo otra vez un aire europeo, porque Villa General Belgrano es un pueblo pintoresco con descendencia alemana y muy pequeño, con sólo 700mts, desde la sierra, se llega al corazón del pueblo, donde el arco original de UTMB, me hizo estallar de la emoción. El último regalo, fortuito (porque no todos se lo llevaban), que UTMB me dio, fue una foto con la cinta de finisher bajo meta… foto que históricamente era privada para los primeros puestos, pero que acá se democratizó, estuvo siempre al alcance azaroso de cualquier finisher, y eso lo festejo en grande. Chapeau a UTBM @ (un ejemplo de cómo con tan poco, se logra regalar una experiencia tan valiosa)

¿Cuánto tiempo querés durar como “trailrunner”?
Llevo 6 años en el trail, con 22 carreras, todas finisher, aún sin DNF (abandono), nunca ni cerca de un podio pero siempre promediando un 30% de adelante de la general, con 6 años siento que esto recién comienza, 20 años mas sería la respuesta, porque existen muchos recorridos por descubrir.

¿Cual es la frecuencia de carreras necesarias?
En mi caso, cada 3 meses, como máximo. La necesidad pasa por mantener la motivación alta. Cada siguiente carrera genera un compromiso y un objetivo personal a lograr.

¿Cual es la distancia promedio de tus carreras?
De trail, 40k, con desnivel positivo entre 1800 a 3000.

Hago estas preguntas, porque creo que hay que buscar un balance entre aumentar distancias (= mayor desgaste de “la maquina”) versus moderar distancias (= cuidar un poco “la máquina”) y la cantidad de carreras/experiencias que cada uno quiere o necesita (en modo vicio) correr por año y al final de esta ecuación, comprender que todo esto nos dará por resultado “la cantidad de años que podremos realizar esta actividad”

Fórmula: frecuencia de trails necesaria = cantidad de trails anuales X distancia de cada trail = cantidad de años de duración de la maquina corriendo trails.

Gracias a @utmbworldseries por apostar por argentina, sobre todo ahora, que tanto nos cuesta viajar el extranjero.

Gracias a AZ Team Sanfer por el apoyo, la compañía y por compartir lo mejor de este deporte, que es la amistad y los viajes!

Guille Delorenzi, Silvia Albassini, David Amado, Claudio Leyra

Gracias a todos los que leyeron hasta acá, escribo porque me gusta, pero también por la ilusión de motivar, inspirar y de compartir lo experimentado, y si lo logro en al menos uno, valió la pena!

Abrazo de meta! Para esto vine lpm! Que sea trail, sentite una cabra y disfrutá la montaña!

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Gustavo Girardi
Gustavo Girardi

Written by Gustavo Girardi

Salesforce Consultant — CRM and Marketing Specialist —Salesofrece Partner — Runner, Trail runner , Ultra trail runner — Corrientes, Argentina — Hendercross corp

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